martes, 2 de septiembre de 2008

Hinchada de fútbol y sus relaciones significativas

La temática sobre la cual decidí enfocarme, sin cerrarme, para esta propuesta relacionaría a una Hinchada de fútbol y sus reacciones significativas.

Dicho recorte lo estoy “utilizando” al mismo tiempo en el desarrollo de la propuesta monográfica correspondiente al Área de Psicoanálisis; por lo cual quizás esgrima conceptos de dicha corriente.

Escogí dicha temática debido a la riqueza de infinitas presentaciones dentro de dicha afición, que acarrea múltiples significaciones sociales complejamente entremezcladas. Acompañado esto de la gran relevancia que se le esta dando en la actualidad y desde hace ya unos años a la hinchada como factor importante y en ocasiones considerado “determinante y decisivo” en el transcurrir de los encuentros deportivos.

Noto oportuno mencionar que mi trabajo será basado en experiencias personales vividas al compartir los encuentros con la hinchada del Club Atlético Peñarol, lo que es influyente aunque creo que se podría ir un tanto más allá y verlo porque no, como aspectos que se comparten de cierto modo en muchas de las hinchadas.

Hinchada de fútbol como lugar específico histórico-actual, las distintas conceptualizaciones y motivaciones que existen dentro de sus diversos sectores e individuos particulares; tomando elementos de una manifestación observable al compartir dicho escenario y días con muchos pares.

Desde mi mirada le atribuyo gran influencia de lo social en la construcción del sujeto psíquico nutrido de una determinada historia y actualidad. El factor social otorga una nueva valoración a ese nuevo destino de pulsión, presentando quizás nuevas metas. Valoración influenciada por una cultura de masas constructora de cierta moral impulsora de valores determinantes en la subjetividad de los sujetos.

Enrique Pichon Riviere menciona como característico de la acción vincular la bi-corporalidad y tri-personalidad, dos cuerpos con sus respectivas subjetividades y una tercer persona, el “ruido” circundante que participa activamente en la tarea de decodificar finalmente de forma individual lo que recibimos; teniendo en cuenta también que toda relación sujeto objeto es bi-direccional. Somos concientes de las pautas y normas sociales, pero mucha veces no somos concientes de modelos, pautas y prohibiciones “internalizadas” mediante las cuales la sociedad se hace presente en nosotros. Las mismas se dan mediante diversos mecanismos de control e integración social; considerando al individuo como una resultante dinámica del constante interjuego entre los objetos internos y externos.

Las hinchadas se reúnen con el fin de ver y/o alentar a sus respectivos equipos mientras sus “representantes” disputan una competencia deportiva. Representantes implica una amplia gama de oportunidades con respecto a lo significante de dicho signo. Se pueden apreciar el representante “Camiseta”, “Jugadores”, “Institución”, “Historia”, “Hinchada”, e innumerables oportunidades más; tantas como representaciones sociales de la práctica y no la practica en sí. Comparten una moral acogedora en un punto común para todas las partes, sea cual sea su interpretación.

A diferencia del juego la competencia en el deporte sucede en el periodo de latencia, instancia de la resolución del complejo de Edipo y la instalación del super-yo. A esto entonces le podríamos adjudicar la presencia en la competencia de aspectos inconcientes entrelazados al narcisismo resultante y al sistema de ideales.

Esto conlleva a la posible estructuración de un “sistema” interpretativo con su composición mediante procesos de subjetivación. Este se ve influenciado por factores interpretados cualquier sea su procedencia.

Existe una rivalidad para con todo equipo ajeno al propio, rivalidad que incluye una relación sujeto-objeto, sujeto-sujeto, lo que deriva según la significación que le asigne al rival de la fecha; significación sumamente influenciada por el medio circundante y el ambiente generado allí, donde “no se salva nadie”; e influenciado transferencialmente por figuras paternas y estar posicionados quizás como sustitutos paternos o de primaria vinculación (sea por toma de posición “positiva o negativa” de dicha presentación inicial).

Cabe el ejemplo de las canciones hacia sus equipos, que muchas veces no lo es asi sino que se orientan principalmente a la existencia de sus rivales, haciendo alusión a aconteceres históricos de supuesta relevancia y significados.

Pero la rivalidad no se manifiesta únicamente contra el adversario sino que también existe intragupalmente, con le periodismo, políticas institucionales, etc. Cabe destacar ya que es mencionado, el mundo periodístico e informativo sobre aconteceres en las hinchadas y valoraciones determinantes y tajantes.

Incluyendo de este modo un más allá del evento deportivo, marcando un modo de subjetividad con un gran factor en común y diversas ramificaciones interpretativas del nombre y significado de su equipo.

La personalidad se forja y se diferencia por acción de una serie de identificaciones. Estas son un proceso psicológico mediante las cuales el sujeto asimila una propiedad del otro y la aplica a si total o parcialmente sobre su modelo ya existente; construcción del sistema de ideales. Dependiendo quizás de estas identificaciones el sujeto adoptara tales o cuales opciones frente a situaciones planteadas.

Continuando con la línea ondulatoria planteada, creo importante llegar al punto de las proyecciones de los sujetos. Entiendo por proyección algo que presenta características y manifestaciones muy observable en la hinchada; un accionar mediante el cual el sujeto saca de sí y deposita en otro (sea persona o cosa) sentimientos, los rasgos esenciales de la personalidad pueden aparecer en el comportamiento manifiesto. También ver el papel de la proyección en relación con la introyeccion; interpretándolo a nivel sentimientos de toda índole, porque no como lo que uno “deja y se lleva”, si es que así sucede.

Taller Tercer Ciclo

Ramiro Rodríguez

No hay comentarios: